sábado, 15 de octubre de 2016

El ataque Locust

El ataque al poblado: La amenaza Locust 

Como cada noche, yo hacia guardia en la parte externa del muro. Normalmente, solo me encontraba con ardillas y algunos animalillos salvajes, pero esa noche fue diferente. Mientras yo me tomaba un pequeño descanso para despejarme, sentí como algo me observaba en los arbustos. Era una noche cerrada y no se veia bien, por lo tanto no pude distinguir al ser. Me acerque cuidadosamente apuntandolo con mi Lancer. Para mi asombro, no era ningun ser nocturno, sino un vecino del asentamiento en sus últimos momentos de vida. Cuando fuí a socorrerlo ya habia fallecido. Lo mas extraño fue que fue asesinado. Tenia el cuerpo recubierto de un extracto apestoso y la herida habia sido realizada por un cristal o algo muy parecido. 
-¿Quien podría hacer algo así?- Me pregunté. 

Entonces escuché chillidos que venian del pueblo, y al llegar vi algo imposible. 
Un ser igual de grande que un humano, pero con una especie de coraza por todo el cuerpo y la cara casi cristalizada. De repente cientos de seres de la altura de niños de 9 años aparecieron de la nada y empezaron a atacar y a asesinar a todas las personas del pueblo. Defendí con todo lo posible el pueblo, pero fue en vano. Escape del pueblo a toda prisa, despidiendome así de toda una vida y unos seres queridos.

Me alejé del pueblo hacia al bosque, hasta un páramo perdido. No sabia donde estaba, asi que me perdí.
Vagué durante días como un ser noctámbulo, trasnoche 2 día y me cuestioné my rumbo. Al anochecer del 4ª día, escuché unos aullidos similares a los de los seres que habia visto en mi pueblo. Sonoché hasta que me calmé y pude dormir.

Al 6ª día llegué al asentamiento 5. Pensé que era mi salvación, pero al echar un vistazo, me encontré con la horrible imagen de un pueblo con todos sus habitantes muertos de formas brutales en la calle.
¿Que eran esos seres? ¿Era el fin de la vida humana? ¿Era el comienzo de una nueva guerra?-Me pregunté-
De repente, sentí el gélido tacto de un puñal atravesandome la espalda. El ser del poblado era el causante. Me desplomé en el suelo. El bicho creyó que había muerto, pero al cabo de varias horas, levanté. Creia que era el fin de mi camino, pero esto era solo el comienzo.



FIN